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El ascensor cayó sin aviso.
Números en retroceso.
La pareja del quinto c
Quedo entre silencios.

Algunos lloraron falsamente
A los amantes del quinto c
Y volvieron pronto
A terminar el desayuno.

Eran las ocho y treinta, un martes de julio.
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Tomemos ese cuchillo
Que esta en la cocina.
Cortando el dolor
Desgárrame toda esa piel.
Aun lo recuerdo,
Esta en nuestros corazones.
Gritando,
Con miedo,
Desparramando sonrisas entre lapidas.
Todavía sigo esperando
Mientras veo como la sangre
Se deshace de mí.
Limpiamos cuidadosamente el cuchillo.
Limpiamos la herida,
La tapamos con finas gasas
Y exhaustos
Nos recostamos y morimos en un abrazo.
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Hay un lugar que tus ojos no perciben.
Están tan muertos.
Bolsa de huesos.
Nosotros todavía creemos en estrellas.
Todavía
Soñamos con ellas.
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Tus ojos cargados de sueño,
Cansancio y rabia.
Los elefantes pesan en los hombros,
Las hormigas juntan comida.
Se anuncian precipitaciones.
Gotas de paciencia.
¿De donde vienen aquellos ruidos?
Son ruidos de la noche.

Melodías de tus ojos.
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Busco un alfiler para pincharte los ojos.
Para pincharme el cerebro.
Y entonces,
Esconderme en tus brazos
Para poder ocultar
Mi cara sobre tus hombros.
...
Recorrer el camino y abrazar un final
realmente impensado.
Que sea ahora!
Nublado, desorbitado.
El río no encuentra dique que lo detenga,
Sigue su camino
Convirtiéndose en el rápido más bello
Por abordar.