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En la inmensidad de la noche
O en la tristeza de los días
Hay lugares y momentos
Que nos alejan de todo.
Se convierten en recovecos,
En lugares que guardamos
Como nuestros mas preciados secretos...
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Los dientes molidos
Saboreando pólvora mojada.
La habitación chorrea sangre
Y no hay ventanas
Que dejen entrar luz.


Vampiros...
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Se enloquece al saberlo.
Lo siente su cuerpo
Y entristece...
Astuta huye de la sala
Convirtiendo todo en eternidad.
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Esperando aquel fantasma
Acostumbrado a ya no verte,
Enciendo la luz
Y sos vos quien se esfuma
Con rapidez
Fantasmas.
¿Yo?
Estatua.
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Me mostraste allí en las estrellas.
Me probaste
Que podía tocarlas
Aunque el alquitrán me aniquile
Y me tienda una vez mas.
...
Y yo quise destruirlo todo
Y así poder devolverte
tu mundo raptado.
Y quizás nunca pueda lograrlo
Y muera intentándolo.
Todas mis palabras
se vestirían de derrota.
Aplastado por esos inmensos relojes,
Habría cantidades en mi.
Y todo se volvería odio
Porque derrotado
No seria nada.
Sin vida, sin sentido.
Todas las serpientes alumbradas por la luna
...
pero aun así, en otra dimensión
volveré a regalarte el mundo
o moriré intentándolo
Y eso para mi se llama amor.
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¿Cuanto escupiste para el cielo?
¿Y cuanto recibiste?
Siempre con la vista erguida
Esperando que caigan rosas.
Todo te empuja
Y ahora todo fuera de foco,
Te tambaleas de aquí para allá
Esperando las migajas del cielo.
Cuando todos se pregunten por ti
Ya con las cabezas bajas
No importa lo que pase.
Tú sigues ahí
Caminando muerta.